martes, 22 de enero de 2008


Nosotros, los perecederos, tocamos los metales,
el viento, las orillas del océano, las piedras,
sabiendo que seguirán, inmóviles o ardientes,
y yo fui descubriendo, nombrando todas las cosas:
fue mi destino amar y despedirme.
(Pablo Neruda, de Aún)

2 comentarios:

Pat dijo...

Enorme. Nosotros los perecederos, no merecemos de tantas bellezas (entre otras) que la naturaleza nos entrega.

Besos MK

Anónimo dijo...

Neruda y sus mágicas palabras, unos versos que abren el corazón de par en par.
Besitossss multicolores llenos de amistad y cariño. Cuídate!! TKM